La ruta sale desde el pueblo de Noceda. Se supone que son unos 10 km, pero ya os digo yo que en verdad son como doscientos mil (qué poquito exagero…)
La ruta ya empieza con una ligera cuestecilla, pero como acabas de empezar y es todo taaaaan bonito ni lo notas.
Esta es la primera fuente que te encuentras en el camino. Me hace muchísima gracia el nombre. Súper fresquita y sin sabor.
A lo largo del recorrido nos vamos encontrando con un montón de saltos de agua y pozas en las que, como no, aprovechamos para refrescarnos.
La foto de la segunda fuente no es que sea muy allá, pero está al final de una pasarela y me daba cague caerme. Así que es lo mejor que pude hacer…
Esta sí tiene sabor, antes de ir busqué información sobre la ruta y decía que sabía como cuando chupas unos alicates…. No, va, en serio…. ¿quién chupa los alicates??? Así que como ya iba con la lección aprendida pasé de probarla. Agus sí la probó y dijo que era como chupar un clavo (los tíos tienen un problema con chupar las herramientas…)
Nos hicimos un poco de lío con las señales de la siguente fuente y nos la saltamos, cuando nos dimos cuenta ya habíamos avanzado bastante y yo dije que no volvía. (Seguro que si ponéis Fuente de la Salud en google podéis ver fotos.)
Así que el siguiente alto en el camino es El Mirador de Gualta.
Como anécdota os cuento que había otro grupo haciendo la ruta y nos íbamos adelantando los unos a los otros constantemente. Si ellos paraban a descansar les adelantábamos, si parábamos a darnos un baño o a dar agua a las chuchas nos adelantaban. El caso es que antes de empezar la subida una de las chicas, que se estaba remojando un poco en el río, nos dijo: ¡Venga, que llegamos a la parte difícil! Y yo pensando: Cómo si lo que hemos hecho hasta ahora hubiese sido un camino de rosas… Pues sí. Lo que habíamos hecho hasta ahora no había sido nada comparado con la p..ta subidita de los co…..nes.
Después de descansar en el mirador un ratillo empezamos la bajada. Siempre me han costado más las bajadas que las subidas, me da la sensación de que me van a fallar las rodillas y voy a caer rodando cuesta abajo.
Casi al empezar la bajada te encuentras con la “Catarata” de La Gualta. La verdad es que me esperaba algo más impresionante…. que chasco…
Cierto es que la época del año en que hicimos esta ruta es la menos lucida. Debe ser impresionante hacerla en marzo, por ejemplo.
Ya mucho más abajo, encontramos la última fuente, la Fuente del Canalijo. Con el agua muy fresquita.
A partir de aquí el camino se vuelve mucho más horizontal, así que ya más relajados se puede disfrutar mejor el paisaje.
Creo que esta entrada se ha hecho un poco larga. Pero seguro que os habéis reído de mí un montón.
Soy muy exagerada, pero en verdad no es para tanto. Si juntas el calor y que andaba un poco oxidada la ruta pareció peor de lo que en verdad era.
Espero que hayáis disfrutado con las fotos. Gracias por vuestras visitas.
Por favor, no os perdáis la cara de Trece cuando la obligas a quedarse quieta para una foto. La hemos bautizado como "cara de Dobby", jajajaja. (si no sabéis quien es Dobby buscarlo en google imágenes, es genial)